Uno de los aspectos más importantes del proceso de recuperación de una sesión de ejercicio, es la reposición de los depósitos de glucógeno muscular lo antes posible. Aunque el concepto de “lo antes posible” podría matizarse porque podemos adoptar estrategias nutricionales para retrasarlo para tratar de conseguir adaptaciones fisiológicas diferenciadas, lo cierto es que lo habitual y además lo más deseable es ingerir carbohidratos lo antes posible después de finalizar el ejercicio. Diferentes investigaciones han mostrado que cuando se añaden proteínas en una proporción 1:3 respecto a los carbohidratos, la reposición del glucógeno es más rápida. Sin embargo, cuando se evalúan los resultados 24-48 h después de finalizar el ejercicio, si el aporte de nutrientes ha sido el adecuado, no hay mucha diferencia en la cuantía del glucógeno almacenado. Es decir, básicamente añadir proteínas a los hidratos de carbono después del ejercicio nos aporta rapidez de reposición, pero no tanto reposición absoluta a las 24 h.
Se han publicado recientemente los resultados de un estudio (Kontro y col, 2021; Int J Sport Nutr Exerc Metab 27-ago; doi: 10.1123/ijsnem.2021-0069) cuyo objetivo fue investigar si agregar proteínas a la bebida de recuperación puede mejorar la recuperación de 24 horas cuando la ingesta de CHO es subóptima. Los autores concluyeron que, a pesar de una respuesta aguda de insulina más alta, agregar proteínas a una bebida de recuperación a base de CHO después de una sesión de ejercicio prolongada de alta intensidad no cambió el rendimiento del día siguiente cuando se controló la ingesta calórica y de macronutrientes durante las 24 horas.